Cambiar nuestra compañía de luz es muy sencillo y lo podemos hacer de diversos métodos (al igual que con las compañías de teléfono), por ejemplo, nos podemos dirigir presencialmente a un punto de servicio para solicitar el cambio, o bien lo podemos hacer desde casa a través de internet o una llamada. Otra opción es hacer uso de los servicios de una asesoría energética, quien además de facilitarnos el cambio de comercializadora, nos asesorará sobre cuál es la más beneficiosa para nosotros.

Los principales motivos para cambiar de compañía, son el descontento con nuestra comercializadora actual, bien sea por sus precios o sus servicios, o por el hecho que otra empresa de la competencia nos ofrezca mejores servicios o un mejor precio de luz.

No existe por definición una compañía más barata que el resto. Todas funcionan por ofertas, y si pueden ser más baratas o más caras que el resto de ofertas. Si es verdad, que las compañías más nuevas en el mercado tienden a ofrecer precios más bajos para atraer nuevos clientes, las comercializadoras grandes, como Naturgy, Endesa o Iberdrola tiene ofertas con unos precios bajos en comparación con el resto de productos que venden.

El cambio de una comercializadora a otra no tiene ningún coste. Si retomamos la comparación anterior con las compañías telefónicas, el proceso sería muy similar.