Es un práctica habitual de las comercializadoras, el intentar retener a los clientes en su compañía, pues cuanto más tiempo estemos con ellos más beneficios obtienen. Por tanto, al igual que ocurre con las compañías telefónicas (si retomamos el simil anterior), al realizar un cambio de empresa es muy probable que nos llamen del departamento comercial, para ofrecernos nuevos servicios, o evitar nuestro cambio.